Siempre he pensado que uno, nace y muere fotógrafo independientemente de a lo que se dedique, la fotografía es una manera de ver, de sentir y vivir la vida... no es equipo, ni tecnica, ni luz, ni composición todo esto puede hacer una foto perfecta, pero lo fundamental de una foto es que salga de las entrañas del fotógrafo, que la vea mucho antes de captarla y que le produzca un nudo en el estómago cuando dispare, y que ese mismo efecto lo produzca en aquel que la contemple. En mi profesión casi siempre fotogarfío momentos alegres, lagrimas de emoción, miradas tiernas y felices. Pero en esta ocasión quiero compartir con vosotros algo mucho mas personal, una experiencia vital que hizo de mi una mejor persona, y que a nivel profesional me hizo fundamentar mi trabajo en algo mucho más emocional desde entonces.La experiencia de colobarar con una ONG es algo que recomendaria a todo el mundo, es algo que te cala, que te llega a lo más profundo, y que sobre todo te hace valorar que las cosas importantes de la vida, no son cosas...
Os dejo una pequeña muestra de mi, de algo que me sale de dentro, y que me vuelve a calar otra vez hasta los huesos, cada vez que contemplo estas miradas duras, tristes y adultas en personitas que deberian seguir siendo niños...
Tamara Hevia.